El “Señor del Consuelo” se presenta en una postura que transmite serenidad y paz. su rostro refleja una expresión de compasión profunda y una mirada que parece penetrar en el alma de quienes lo contemplan. cada detalle de la escultura está meticulosamente elaborado para transmitir la humanidad y divinidad de cristo, desde los pliegues de su túnica hasta los gestos de sus manos.